La caída de pelo por estrés es un problema muy común, que afecta tanto a hombre como a mujeres. Las razones son diversas y a menudo complejas, pero uno de los factores menos comprendidos y más reconocidos es el estrés.
En este artículo, vamos a explorar a fondo la conexión entre el estrés y la pérdida de cabello, desentrañando las posibles causas, destacando la importancia de abordar el componente emocional en la salud capilar y proponiendo soluciones para prevenir la caída.
Estrés y pérdida de cabello
El estrés, en sus diversas formas, se ha convertido en una parte inevitable de la vida moderna. Ya sea por presiones laborales, preocupaciones financieras, relaciones personales o problemas de salud.
- Alteraciones de Ciclo de vida del cabello
El cabello pasa por tres fases en su ciclo de vida:
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- Anágena (fase de crecimiento),
- Catágena (fase de transición)
- Telógena (fase de reposo).
Este ciclo, que se va repitiendo constantemente, se regula por un equilibrio muy fino en el que intervienen muchísimos factores y es muy sensible a cambios justamente por su alta complejidad.
El estrés es un claro ejemplo, ya que puede interrumpir este ciclo natural induciendo más folículos capilares entre prematuramente en la fase telógena, donde el cabello se cae.
Este proceso se conoce como efluvio telógeno, una de las formas más comunes de pérdida de cabello relacionada con el estrés, que se caracteriza por ser una caída intensa y de inicio brusco.
- Cortisol: la hormona del estrés
En momentos de estrés físico o emocional nuestro organismo libera una hormona llamada cortisol con el objetivo de “preparar” el cuerpo antes esta situación estresante.
Ciertos niveles de cortisol son necesarios para desarrollarnos correctamente ante situaciones de alerta, pero un cortisol alto de forma prolongada puede dar lugar a desórdenes internos como: desórdenes inmunológicos, alteraciones de la microbiota, indigestiones e inflamación del organismo.
De la misma forma, afecta negativamente a la salud de la piel y el pelo.
Las investigaciones sugieren que el estrés puede actuar como un desencadenante clave de la pérdida de cabello.
- Falta de sueño y caída del cabello
Un buen descanso nocturno es indispensable para la salud en general, incluso para nuestro pelo.
Mientras dormimos, nuestro cuerpo regula los niveles de cortisol y melatonina.
Dormir poco y/o mal tiene un impacto negativo en nuestra salud capilar ya que debilita los folículos pilosos y hace que el pelo se vea seco y pierda brillo. Además, el insomnio a largo plazo es una causa desencadenante de la caída del cabello.
- Cambios en los hábitos de cuidado personal
El estrés puede llevarnos a cambiar nuestros hábitos de vida, haciendo que dediquemos menos tiempo a cuidar de nosotros mismos. Ir corriendo a todas partes, descuidar nuestra dieta, dormir poco y falta de tiempo para nuestras rutinas de cuidado capilar; son ejemplos de situaciones que contribuyen a la pérdida de cabello.
Cómo hacer frente a la caída de cabello por estrés
Cuando abordamos la caída del pelo por estrés, es imperativo adoptar un enfoque integral. No solo se trata de frenar los síntomas visibles, sino también de abordar la raíz del problema intentando reducir al máximo el estrés y la ansiedad en nuestra vida.
Por ello, la incorporación de prácticas de gestión del estrés, como la meditación, el ejercicio y la mejora de la calidad del sueño, puede ser esencial para contrarrestar los efectos negativos del estrés en la salud del cabello.
Rodearse de un ambiente positivo y agradable y, tratar de encontrar la calma es un buen primer paso.
Es cierto que la propia caída del cabello, el miedo a quedarse sin pelo y la incertidumbre de qué hacer al respecto, puede generar todavía más estrés. Ante esta situación, ayudarnos con tratamientos anticaída que cuiden intensamente nuestro pelo pueden acelerar la recuperación y liberarnos de esta preocupación añadida.
En este sentido, Pilopeptan puede ser tu gran aliado ya que es la marca experta en soluciones para cada tipo de caída de cabello, incluyendo el efluvio telógeno por estrés. Además, la gama Pilopeptan Woman está especialmente desarrollada para mujeres y todos los productos están formulados pensando en lo mejor para ti.
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En conclusión, la relación entre el estrés y la pérdida de cabello es compleja. Comprender las posibles causas es esencial para poder afrontarlo y conseguir prevenirla o tratarla de manera efectiva.
Una buena salud capilar va más allá de la estética; tiene un impacto significativo en la autoestima y la calidad de vida. Un cuero cabelludo y un pelo sano no solo son visualmente atractivos, sino que también son indicadores de bienestar general.
Si la caída del cabello es persistente y te preocupa, no dudes en buscar la orientación de un dermatólogo. Con el cuidado adecuado, puedes disfrutar de un cabello fuerte y hermoso durante todo el año, incluso en otoño.
